El cuento

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin ,un

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes heridos

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes heridos Y

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes heridos Y vacunados .

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes heridos Y vacunados.
Por

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes heridos Y vacunados.
Por procesadores

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes heridos Y vacunados.
Por procesadores cambió

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes heridos Y vacunados.
Por procesadores cambió sus

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes heridos Y vacunados.
Por procesadores cambió sus cojones

Había caido cuando el cerdo del vecino de Amador, que trató con papel de lija morada, rasgar tiza con esmero y sin bailar reggaeton a cuatro pezuñas por no saber nadar.
Al amanecer en Perdyhouse, lugar patético, apestoso, perdioso, vivia una cosa muy gay del paraguay llamada Camino Hernanes.
Esa zorraca, come totos del presidente Valentin, un día, el Valentin cogió penes heridos Y vacunados.
Por procesadores cambió sus cojones redondos